Dicen que el 2012 será un año de cambios a nivel global,
dicen que nos esperan a la vuelta de la esquina grandes cambios aunque el mayor
de todos será a nivel espiritual. Soy de las que se lo ha creído, de las que
piensa que la situación crítica en el que estamos sumergidos el mundo en
general, solo se puede salir con un gran cambio espiritual global. Pues nada,
cambiaremos, nos adaptaremos, seguiremos adelante porque la raza humana es ante
todo, capaz de superar lo inimaginable, capaz de adaptarse al medio con una
facilidad abismal y así poder evolucionar como especie.
Los cambios generan incertidumbre, no sabemos lo que nos
deparan y esa sensación nos aleja de la seguridad, de la rutina, de la estabilidad,
del confort que tanto nos ampara, pero ¿y si nos avanzamos a los cambios? ¿y si
“provocamos” nuestros propios cambios? ¿y si nos cambiamos a nosotros mismos, a
nuestro propio ritmo sin la imposición de los cambios externos inesperados?
Pequeños cambios generan un gran cambio, paso a paso se llega a la cima de la
montaña, los cambios interiores son los únicos que nos llevan al gran cambio
exterior. Estamos a punto, preparados, cada cual a su ritmo pero seguro que nos
encontramos en la cima.
Feliz 2012, que este año este lleno de pequeños grandes
momentos (o de grandes momentos directamente) para cada uno de vosotros, que la
felicidad os inunde, que vuestros sueños se hagan realidad pero ante todo que
la ilusión, el entusiasmo, la alegría y el optimismo sean vuestros compañeros
habituales durante los próximos 366 días que estamos a punto de estrenar.