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8 de marzo de 2013

Paraíso


Hace unos días leí un artículo de Remei Margarit en La Vanguardía titulado Paraíso, del cual copié estas líneas;

“Casi todas las religiones del mundo sueñan con el paraíso, un lugar en el que los deseos se cumplen, reina la paz infinita y una sensación de plenitud constante. Este podríamos decir que es el objetivo que anida en el inconsciente de cada persona, un lugar adonde ir a parar, libre de temor donde todo es posible”
 
La propia religión, el opio del pueblo, nos pone en la palma de la mano la Fantasía y nos la alimenta en nombre de Paraíso. Nos ayudan a evadirnos, a soñar, a idealizar un lugar donde todo es posible aunque sea pasada esta vida. Esa sensación de aunque ahora no es posible, lo será una vez muerto, lo llamo yo alimentar el Paraíso celestial.

Tanto da si uno cree o no cree, si pertenece a una religión u a otra, lo que está claro es que la religión nos brinda comodines para mejorar la partida de la vida al menos a nivel mental. Y uno se aferra al Paraíso celestial hasta que lo vuelve Paraíso terrenal y se sumerge a vivir dentro de él sin esperar a estar muerto para gozarlo, pero si eso no ocurre, si ese Paraíso terrenal no aparece, no pasa nada, la religión nos seguirá alimentando la Fantasía de que el Paraíso está por llegar aunque sea en el más allá.

6 comentarios:

natsnoC dijo...

¡Con la religión hemos topado!

Lo cierto es que la fantasía siempre ha estado en cierto modo ligada a la religión, y el ejemplo lo veo yo más evidente en los panteones como el griego o el romano, pero también el nórdico o el egipcion, con múltiples y fantásticas deidades de todos los colores.

Lo del paraíso lo veo yo más bien un consuelo, pero como con casi todas tus entradas, tendríamos que sentarnos a discutirlo largo y tendido ya que da para mucho.

Feliz semana de la fantasía.

maslama dijo...

por lo menos en el cristianismo, me parece que está mucho más presente el infierno que el cielo, ¿será porque la amenaza suele funcionar bastante mejor que la esperanza? ¿así somos los humanos?

y el paraíso no es donde vamos los cristianos tras morir, eso es el cielo. El paraíso es lo que perdimos por nuestros pecados al principio de los tiempos (especialmente por los de Eva, ¿será por eso que la iglesia no celebra el 8 de marzo? jajaja)

besos,

Layna dijo...

natsnoC.
¿Pero que me dices? ¿tendríamos que sentarnos a discutirlo largo y tendido como en casi todas mis entradas? que gracia que me ha hecho leer esto...pues nada, será cuestión de sentarse en petit comité y debatir pero mientras eso acontece, decirte que es cierto, la religión es más bien un consuelo. Yo lo veo casi como una falsa esperanza, como engañar a la mente y al ser humano, una madera donde agarrarse cuando hay un naufragio, pero eso solo una madera, no es una mano que te estira hasta la arena.
Feliz recta final de la semana de la fantasía.

Layna dijo...

maslama
Pues es verdad!!! El paraíso lo perdimos al principio de los tiempos!! ahora lo que nos ofrecen es el cielo...
Tampoco me había dado cuenta que la religión cristiana funciona más con amenaza, con "te voy a castigar" más que con "te voy a dar un premio"...pero que mal ¿no? todo padre sabe que con los estímulos positivos se educa mucho más fácil a los niños que con las amenazas.
Será que a los cristianos debotos les gusta sentirse amenazados y no esperanzados o ilusionados aunque como siempre digo, de todo hay en la viña del señor y seguro que los hay esperanzados o amenazados.
Mis respetos a los creientes de la religión que sea. Cada uno cree en lo que le ayuda a ser más feliz.

El Tirador Solitario dijo...

La idea de Paraíso perdido enlaza en una especie de ADN grabado a sangre y fuego, en nuestro inconsciente colectivo y que no escapa en esa Edad de oro, de la que hablan tantas culturas, alejadas en tiempo y espacio...como dice natsnoC es para debatir durante decenas de "Claves" en sesión continua.

Me permito discrepar sobre el argumento que el cristianismo tenga como leit motiv el jarabe de palo...una simple lectura de los Evangelios muestra una idea radicalmente distinta...que se ve confirmada por la propagación entusiasta que tuvo entre las masas de todo el Imperio Romano...que abrazaron entusiasmadas esas ideas revoucionarias, que sencillamente les hablaba de amor y hacer el bien a los demás...y que para unirse a su Cristo, no era óbice, ni causa excluyente... ser mujer o ser gentil...daba igual la gracia también les era regalada.

Un fuerte abrazo, amiga mía!!

Trini Altea dijo...

Que tengas buen fin de semana.